CURIOSIDADES
1.- Se ha comprobado que el animal con el cerebro mas grande en proporcion a su talla es la hormiga.
2.- Se calcula que las hormigas son el 10% de la masa corporal del mundo animal.
3.- Una hormiga puede sobrevivir por hasta dos semanas bajo el agua.
4.- La hormiga es capaz de levantar 50 veces su propio peso, y 30 veces el volumen de su cuerpo.
5.- La hormiga cae siempre hacia la derecha cuando esta intoxicada.
6.-
Aunque las hormigas son conocidas por trabajar en grupo y poner el bien
comun delante del individual, una investigacion revela que sus colonias
son un semillero para desarrollar comportamientos egoistas y corruptos, lo que las hace similares al ser humano.
7.- Las hormigas existen desde hace casi 100 millones de años y se encuentran en casi todo tipo de medioambiente terrestre.
8.- Hasta ahora se han descubierto y nombrado 9 500 especies de hormigas aproximadamente. Los mirmecólogos (científicos que estudian las hormigas) estiman que existen alrededor de 20 000 especies en total.
9.-
La colonia de hormigas más grande del mundo se descubrió en 2002. Esta
súper colonia tiene millones de hormigas que viven en millones de
hormigueros. Tiene una extensión de 3 600 millas, desde Italia hasta el noroeste de España.
10.- Las hormigas no tienen pulmones. Respiran a través de pequeños orificios a los costados denominados espiráculos.
INTRIGA ENTRE LAS HORMIGAS
Después de esta nota nos damos cuenta de que no todo es armonía en el
mundo de las hormigas.
Según un estudio realizado por la Universidad de
Leeds, Inglaterra, y de Copenhague, Noruega, en la casi perfecta
organización de las colonias de hormigas es posible encontrar miembros
que ‘engañan’ el sistema.
Los investigadores citaron algunas que
alimentan a sus larvas para que, en vez de desarrollarse en obreras
según la estructura jerárquica, puedan aspirar a convertirse en reinas
reproductoras.
Al
estudiar el ADN de algunos de estos insectos en cinco colinas
diferentes, encontraron que los descendientes de algunos padres tienen
más posibilidades que otros de convertirse en reinas, aunque los genes
‘reales’ son bastantes raros.
COMPENSAN LAS BAJAS LABORALES DE SUS COMPAÑERAS
Una epidemia de gripe puede cerrar escuelas, vaciar oficinas y hacer que
la productividad caiga en picado. No sucede así en los nidos de la hormiga Temnothorax nylanderi, cuyas tenaces trabajadoras compensan las `bajas laborales´ de sus compañeras, según revela un estudio publicado en The American Naturalist.
La
hormiga estudiada vive en colonias de más de 200 individuos en los
bosques europeos, y puede ser parasitada por un tipo de tenia que
infecta a los juveniles cuando estos toman alimentos infectados con sus
huevos.
Los investigadores comprobaron que las hormigas
parasitadas, de un color más claro y de menor tamaño que sus compañeras,
efectuaban pocas excursiones fuera del nido y se dedicaban a `mendigar´ comida a sus compañeras. Sin embargo, en los nidos con presencia del parásito,
la productividad global era muy similar a la de los nidos que tenían
todas las hormigas sanas, lo que indica que las hormigas no parasitadas
en los nidos con hormigas enfermas, las trabajadoras compensan la
inactividad de sus compañeras.
Además, los investigadores observaron que en los nidos parasitados había más proporción de machos que de hembras, y que estos eran de mayor tamaño.
Esto permite que las hormigas sean capaces de ir a buscar comida a
lugares más alejados del nido y tener, por tanto, más posibilidades de
escapar de nuevas infecciones por el parásito.
SE ENCONTRÓ UN FÓSIL DE UNA HORMIGA GIGANTE
Una hormiga gigante llamada Titanomyrma lubei, que vivió hace 50 millones de años y medía hasta cinco centímetros, casi como un moderno colibrí, cruzó el Ártico durante los períodos más cálidos de la Tierra,
usando puentes de tierra entre los continentes. Los fósiles fueron
desenterrados en los sedimentos de un antiguo lago en Wyoming, Estados
Unidos. Según un equipo de investigadores de Canadá y EE.UU., estas
hormigas gigantes casi siempre vivían en climas cálidos.
La
nueva especie parece muy similar a los fósiles que se han encontrado en
Alemania y en la Isla de Wight, al sur de Inglaterra, que datan del
mismo período. "No tenemos ningún fósil de hormiga obrera de esta nueva
especie, sólo tenemos una reina", explica Bruce Archibald de la
Universidad Simon Fraser en Columbia Británica.
Aunque se sabe poco
acerca de cómo estas hormigas
vivieron o lo que comían, en los fósiles se han encontrado alas.
Y un
dato común: tanto en los fósiles encontrados en Europa y ahora en
Wyoming, las hormigas se localizan cerca de plantas que se sabe
prosperaban sólo en temperaturas de alrededor de 20º centígrados.
Según la investigación, publicada en la revista Proceedings B de la Royal Society, el
período Eoceno, ocurrido hace 56 a 34 millones años, fue interrumpido
por períodos en que la temperatura de la Tierra se elevó a más de lo que
es hoy, probablemente a causa de la liberación a la atmósfera de gases de efecto invernadero como el metano. Y los investigadores creen que las hormigas gigantes tuvieron que trasladarse de Europa a América del Norte - o viceversa - durante uno de estos períodos "hipertérmicos".
El mayor equivalente a este fósil gigante son las hormigas guerreras del género Dorylus, que se encuentran en África central y oriental, que también puede crecer hasta 5 centímetros de largo.
LA TROTAMUNDOS
nvestigadores del Centro de Entomología Médica, Agrícola y Veterinaria
del Departamento de Agricultura de Estados Unidos han utilizado el ADN de la hormiga de fuego roja (Solenopsis invicta) para estudiar el recorrido de sus sucesivas invasiones durante su expansión por tres continentes.
Según señalan los autores del trabajo, publicado en Science,
la hormiga llegó a los Estados Unidos procedente de Argentina y
consiguió establecerse con éxito en el sur del país durante más de 90
años. Desde Estados Unidos viajó a California, el Caribe, China, Taiwán y
Australia en al menos nueve invasiones diferentes.
Los
científicos, dirigidos por Marina Ascunce, del Museo de Historia Natural
de Florida, analizaron las variaciones genéticas entre 2.144 colonias de hormigas
de fuego procedentes de 75 localizaciones de todo el mundo para
estudiar su expansión. Los descubrimientos apoyan la presencia de un
clásico efecto de "cabeza de puente", por el cual una única población
que se ha establecido por una invasión reciente se convierte en la
fuente de invasiones repetidas a nuevas áreas.
Las hormigas de fuego probablemente fueron de Sudamérica a los Estados Unidos como "polizones" en barcos de carga. Los autores señalan que el aumento del comercio y de los viajes podrían estar detrás de la expansión global de esta especie de insectos.
Las hormigas de fuego rojas son muy agresivas. Atacan ante todo a otras especies de hormigas, lo que en el sur de Estados Unidos ha conducido prácticamente a la extinción de las especies nativas.
LA PESADILLA DE LOS ELEFANTES
Las acacias de Kenia (África) serían derribadas y devoradas sin piedad por los elefantes si no fuera por que cuentan con diminutos aliados: unas hormigas mil millones de veces más pequeñas que los paquidermos que, sin embargo, consiguen asustarlos.
Según revela un estudio publicado en el último número de la revista Current Biology,
las columnas de hormigas disuaden a los elefantes introduciéndose en su
sensible trompa si se atreven a acercarse a las acacias, que a cambio
de protección ofrecen a los insectos
refugio y alimento en forma de néctar. "Es una historia de David contra
Goliat", explica el biólogo estadounidense Todd Palmer, coautor del
trabajo.
Con este hallazgo se confirma que las hormigas tienen un importante impacto sobre el ecosistema de la sabana en la que viven, al proteger
a unos árboles que son necesarios para absorber el dióxido de carbono y
reducir así la acumulación de gases de efecto invernadero, señala el estudio.
Todd
Palmer y su colega Jacob Goheen , de la Universidad de Wyoming, en
Estados Unidos, se dieron cuenta durante una investigación en Kenia de
que los elefantes se apartaban de una variedad de acacia común en la zona, la Acacia drepanolobium, en la que proliferan estas hormigas, mientras se alimentaban de otras variedades como la Acacia mellifera,
su plato preferido, que está libre de estos insectos.
Y comprobaron que
eran las hormigas -y no el sabor de cada especie- las responsables de
estas diferencias. Además, en un experimento a campo abierto, los
científicos eliminaron las hormigas de algunas acacias y comprobaron un
año después que estos árboles habían sufrido muchos más daños que los
demás.
Un detalle curioso es que estos mismos insectos no
molestan a las jirafas, que se alimentan sobre todo de hojas de acacia y
apartan a las hormigas con su rugosa lengua. La trompa del elefante, sin embargo, es muy sensible a las picaduras de las hormigas y es el auténtico "talón de Aquiles" del animal, según los científicos.
SABEN QUE VAN A MORIR
En las colonias de hormigas, la supervivencia del grupo depende, en muchos casos, de que algunos de sus miembros asuman riesgos.
Ese papel suele estar reservado a los individuos más mayores,
que se aventuran a explorar zonas alejadas de la colonia mientras las
trabajadoras jóvenes permanecen a salvo ocupándose de tareas
"domésticas" dentro del nido. De esta forma se consigue una mayor longevidad media de las hormigas y, por lo tanto, de la colonia.
Pero, ¿cómo saben estos insectos sociales cuándo se acerca su hora?
¿Tienen simplemente un "reloj vital" interno o son conscientes de su
estado de salud? Para averiguarlo, Dawid Moron y sus compañeros de la
Universidad de Jagiellonian, en Polonia, han llevado a cabo una serie de
experimentos con Myrmica scabrinodis.
En cada una de las once colonias estudiadas, a la mitad de las hormigas se les redujo la esperanza de vida
exponiéndolas a dióxido de carbono (que acidifica su sangre y daña su
sistema nervioso) o dañando su cubierta para exponerlas a infecciones.
Pasadas cinco semanas, y para sorpresa de los investigadores, estas
hormigas empezaron a abandonar la colonia en busca de comida más
temprano y con más frecuencia que sus hermanas "sanas" de la misma edad.
Los detalles sobre este curioso comportamiento se han publicado en la revista Animal Behaviour.
LAS HORMIGAS ZOMBIES
Las hormigas carpinteras tropicales (Camponotus Leonardi) viven en lo alto de las copas de los árboles.
Cuando son infectadas por un hongo parásito (Ophiocordyceps unilateralis) el comportamiento de estas hormigas cambia drásticamente, se comportan erráticamente y actúan como zombis.
El hongo las manipula hasta la muerte para obtener condiciones óptimas
para la reproducción. La nueva investigación, publicada en la revista BMC Ecology,
examina los patrones de comportamiento alterado en estas hormigas y
muestra cómo el hongo altera el comportamiento de las hormigas.
Los autores estudiaron en la selva de Tailandia a hormigas carpinteras infectadas por el hongo
O. unilateralis.
A medida que se desarrolla, el hongo se extiende por el cuerpo de la
hormiga y la cabeza provocando que los músculos se atrofien. El hongo
también afecta al sistema nervioso central de la hormiga y mientras las
hormigas normales rara vez abandonan las pistas por las que trabajan
acarreando comida al hormiguero, las zombis caminan de una manera aleatoria, incapaces de encontrar su camino a casa.
Las hormigas también sufren convulsiones que las hacen caer de los árboles.
Una vez en tierra fueron incapaces de encontrar su camino de regreso a
la copa y se mantuvieron en una zona de sotobosque que resultaba más
fresca para que el hongo pudiera desarrollarse.
Al mediodía solar (cuando el sol está en su lugar más fuerte) el
hongo sincronizaba el comportamiento de las hormigas infectadas,
obligándolas a morder la vena principal en el envés de una hoja.
La multiplicación de las células de los hongos en las cabezas de las
hormigas hace que las fibras dentro de los músculos que abren y cierran
sus mandíbulas se desprendan.
Esto da lugar a un "gancho de cierre", que
significa que una hormiga infectada es incapaz de liberar la hoja
después de la muerte. Pocos días después, el hongo genera un cuerpo
fructífero (estroma) de la cabeza de la hormiga que libera esporas para
ser recogidas por otra hormiga errante.
El doctor David Hughes,
de la Penn State University, ha explicado que el hongo ataca a las
hormigas en dos frentes. "En primer lugar mediante el uso de la hormiga
como una fuente de alimento, y en segundo lugar a través de sus músculos y sistema nervioso central, dando lugar a zombis que acaban en el sotobosque húmedo".
Este comportamiento de las hormigas
infectadas es esencialmente un fenotipo extendido de los hongos (el
comportamiento de hongos a través del cuerpo de la hormiga).
EL ARCA DE NOE
Investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, Estados Unidos, han descubierto que las hormigas de fuego (Solenopsis invicta) crean una especie de balsa resistente al agua cuando hay inundaciones para
salvar a la colonia.
Se trata de una estructura en forma de tortilla, y
casi la mitad de la colonia queda sumergida para mantener a flote al
resto, según explican en un artículo difundido hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS).
Para comprobar cómo estos insectos altamente invasivos reaccionan ante una emergencia colaborando entre si, el equipo dirigido por David Hu arrojó entre 500 y 8000 hormigas al agua.
Observaron que se agrupaban con rapidez, agarrándose unas a otras con sus mandíbulas y pinzas para
formar la estructura. Según señalan los autores, las formaciones de
aire atrapado bajo las balsas probablemente aumentan la flotabilidad y
evitan que las hormigas
de la capa del fondo se ahoguen.
Retirando poco a poco las hormigas de
la parte superior comprobaron que las del fondo se movían para conservar
el grosor medio del embalse. De acuerdo con los investigadores, esta
conducta cooperativa entre las hormigas rojas podría basarse en la
coerción.
Aunque S. invicta es originaria de
Sudamérica, la hormiga se ha convertido en una plaga en el sur de los
Estados Unidos, Australia, Filipinas, Taiwán y el sur de la provincia
china Guangdong.
Fuente: Muy interesante
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